Nexo Debate: Desenmascarando la etiqueta socialista a Juan Dalmau

por Isabelino Montes

El Partido Independentista Puertorriqueño, con Juan Dalmau como candidato a gobernador por la alianza, promueve un 'capitalismo más justo' bajo la socialdemocracia, sin desafiar las estructuras capitalistas.

El Partido Independentista Puertorriqueño, alineado con la socialdemocracia, busca humanizar el capitalismo en lugar de desafiar sus estructuras. Figuras como Juan Dalmau y Rubén Berríos promueven un 'capitalismo más justo', en contraste con la revolución socialista de Marx y Engels.

En el convulso escenario político de Puerto Rico, se libra una batalla que va más allá de los debates superficiales y las difamaciones personales: se trata de un enfrentamiento ideológico que revela las profundas contradicciones y el vacío inherente del sistema político bipartidista que domina la isla. En medio de este caos, surge un tema que ha cobrado relevancia: el etiquetar a Juan Dalmau, líder del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), como socialista. Pero, ¿qué implica realmente esta denominación y hasta qué punto es precisa?

La Descontextualización del Socialismo en el Discurso Político

En un intento desesperado por mantener el status quo de la colonia, se ha recurrido a la descontextualización de términos ideológicos con el fin de crear una narrativa conveniente. No obstante, este discurso ignora una verdad fundamental: el sistema capitalista en sí mismo es obsoleto, y no solo el estatus colonial de Puerto Rico.

El capitalismo, un sistema que desde sus inicios ha estado plagado de contradicciones y desigualdades, ha provocado inevitablemente la aparición de diferentes corrientes que buscan reformarlo o superarlo. Sin embargo, no todas estas corrientes pueden considerarse verdaderamente socialistas en el sentido revolucionario del término, tal como lo explicaron Karl Marx y Friedrich Engels en el "Manifiesto Comunista".

Desentrañando las Corrientes del Socialismo según Marx y Engels

Marx y Engels, en su crítica al capitalismo, identificaron y desacreditaron varias vertientes del socialismo que surgieron en respuesta a las injusticias del sistema capitalista. Entre ellas, destacan:

1. Socialismo Feudal: Una reacción nostálgica de la aristocracia feudal que busca restaurar el antiguo orden pre-capitalista, sin intención de liberar al proletariado.

2. Socialismo Pequeño Burgués: Idealizado por pequeños comerciantes y campesinos que temen su proletarización, es una vertiente utópica que anhela un pasado irrecuperable.

3. Socialismo Alemán o "Verdadero": Filosófico y abstracto, desconectado de la lucha de clases, y sin una propuesta revolucionaria concreta.

4. Socialismo Conservador o Burgués: Reformista, intenta mitigar los efectos del capitalismo sin desafiar su esencia, preservando así el poder burgués.

5. Socialismo y Comunismo Crítico-Utopista: Propuestas idealistas de pensadores como Saint-Simon y Owen, que, aunque inspiradoras, carecen de un análisis materialista y una estrategia revolucionaria viable.

Estas corrientes, según Marx y Engels, no ofrecían soluciones reales a la opresión de la clase trabajadora, sino que, en mayor o menor medida, intentaban preservar elementos del sistema capitalista.

El PIP y Juan Dalmau: Un Socialismo Reformista Social democrata, no Revolucionario

El Partido Independentista Puertorriqueño, a lo largo de su historia, se ha alineado más con una socialdemocracia que con un socialismo revolucionario. Esto lo coloca dentro de las corrientes que Marx y Engels critican, específicamente el socialismo burgués o pequeño burgués. La figura de Juan Dalmau, a pesar de ser etiquetado como socialista por sus detractores, se inscribe más en una visión reformista que busca humanizar el capitalismo, sin necesariamente desafiar su estructura fundamental.

Esta postura es más cercana a la socialdemocracia europea, una corriente que, si bien introduce reformas sociales para paliar los efectos del capitalismo, no propone su superación. Dalmau, al igual que Rubén Berríos en los años 70, representa una tendencia que busca un "capitalismo más justo" y no la revolución socialista que Marx y Engels defendían.

La Importancia de la Distinción para la Clase Trabajadora

Para la clase trabajadora, esta distinción es crucial. El socialismo revolucionario, basado en la lucha de clases y la toma del poder por parte del proletariado, es diametralmente opuesto a la socialdemocracia. Mientras que esta última busca suavizar las contradicciones del capitalismo, el socialismo revolucionario aboga por su destrucción y la construcción de una nueva sociedad planificada y administrada por los trabajadores y trabajadoras para alcanzar los propios intereses de la clase obrera y sus capas más empobrecidas.

Juan Dalmau, el PIP y la Alianza con el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), representan un avance hacia la descomposición del bipartidismo corrupto en Puerto Rico, pero no hacia la emancipación del proletariado. La burguesía, que controla los partidos tradicionales, teme a cualquier movimiento que pueda cuestionar su dominio, pero su verdadero pavor reside en la posibilidad de que la clase trabajadora se perciba a sí misma como capaz de tomar las riendas del poder político.

Conclusión: El Futuro político de la clase trabajadora en Puerto Rico

La etiqueta de "socialista" aplicada a Juan Dalmau debe ser entendida dentro del contexto adecuado. Dalmau no representa la amenaza de una revolución socialista, sino más bien un intento de reforma dentro del marco capitalista. Su proyecto político, aunque importante en la coyuntura actual, no desafía el sistema en su núcleo, lo que lo distancia de las propuestas revolucionarias que buscan la verdadera emancipación de la clase trabajadora.

En última instancia, el debate en Puerto Rico sobre el socialismo y el papel de figuras como Juan Dalmau debe centrarse en estas distinciones, que son fundamentales para entender las posibilidades y limitaciones del cambio social en la isla. La verdadera batalla está en si el futuro de Puerto Rico estará marcado por reformas que perpetúan el sistema actual, o por una revolución que lo transforme de raíz.

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