Cooperativas y Comités de Trabajadores y Trabajadoras: Temas para contruir el Futuro

Por Isabelino Montes

Formar comités junto al sindicato es urgente para crear líderes obreros, generar conciencia política y transformar las estructuras democráticas hacia un modelo cooperativo progresista.

La reciente huelga de los trabajadores y trabajadoras de Suiza Dairy en San Juan, Puerto Rico, concluyó con “una significativa victoria tras 42 días de huelga”. Esta táctica mostró la fortaleza de la lucha en las calles. Sin embargo, la verdadera batalla apenas comienza. Ahora, los/as empleados/as deben enfrentar las irreconciliables negociaciones con la empresa, un conflicto a largo plazo entre el trabajo asalariado y el capital.

La empresa Gloria, propietaria de Suiza Dairy, parece inclinarse hacia la venta de la empresa, abriendo una ventana de oportunidad para que sectores alternativos, como las cooperativas, tomen las riendas. Las cooperativas han mostrado un interés creciente en invertir en la industria lechera, analizando cuidadosamente el mercado tanto a nivel local como global, según Heriberto Martínez, economista y director ejecutivo de la Liga de Cooperativas.

En Puerto Rico, las cooperativas, principalmente las de ahorro y crédito, ofrecen una alternativa más atractiva a las inversiones capitalistas nacionales, con mejores condiciones financieras para los ahorradores. Estas cooperativas han sido vistas como una solución sólida en medio del colapso económico de la isla, proporcionando la idea de un camino hacia una economía nacional más robusta.

Sin embargo, las cooperativas no están exentas de las contradicciones inherentes al sistema capitalista. Aunque muchos las ven como una diferencia sustancial respecto al mercado capitalista, siguen operando bajo las mismas leyes que rigen la economía actual. En Puerto Rico, se tiene la confianza de que las cooperativas tienen un rol crucial en proteger la financiación para el desarrollo del capital local, creando expectativas tanto a la burguesía nacional como a la clase trabajadora, que ve en ellas una mayor participación democrática y mejores beneficios económicos.

Un ejemplo histórico relevante de estas contradicciones es el de Robert Owen en Inglaterra, uno de los padres del cooperativismo. Owen creó un movimiento cooperativista que promovía mejores condiciones para los trabajadores y una participación administrativa en las fábricas. Sin embargo, su intento fracasó debido a la incapacidad de competir con las grandes empresas capitalistas, ilustrando la difícil convivencia entre el capital y el trabajo asalariado.

Otro ejemplo en el contexto contemporáneo es el conglomerado cooperativista Mondragón en el País Vasco, que a pesar de sus buenas intenciones, ha enfrentado las duras realidades del mercado capitalista. Aunque Mondragón ha logrado algunos éxitos, su experiencia demuestra las limitaciones de las cooperativas dentro de un sistema capitalista.

En Puerto Rico, uno de los modelos del que no se conversa mucho son el de las cooperativas de trabajo asociado, donde los trabajadores son dueños de los medios de producción. Construir este tipo de modelo cooperativista en Suiza Dairy representaría un avance significativo para la clase trabajadora. Existen algunas funcionando y otras que en su intento de formarse han fallado, pero es debido a las exigencias burocráticas de las leyes capitalistas donde no saben aplicar la concepción de que los trabajadores serían dueños de la empresa. Siendo esto otro reto y otra contradicción.

No obstante, estas cooperativas podrían ser un paso importante para que los trabajadores experimenten su capacidad de dirección administrativa y desarrollen una conciencia política y económica más sólida.

Para los trabajadores de Suiza Dairy, la formación de una cooperativa de trabajo asociado podría ser una solución viable, pero solo si se acompañan de una fuerte organización política a través de comités de trabajadores. Estos comités serían esenciales para negociar una posible venta y para tener un poder ejecutivo y administrativo en la fábrica. Además, los comités de trabajadores deben aspirar a ser nacionales, participando activamente en la política del país para influir en las decisiones económicas que afectan a la clase trabajadora.

La formación de estos comités debe ser inmediata y trabajar en estrecha colaboración con el sindicato existente, con el objetivo de formar líderes obreros que puedan dirigir y representar a los trabajadores en todos los niveles. Esta coyuntura ofrece una oportunidad única para generar una conciencia política y económica más profunda entre los trabajadores, transformando no solo un modelo empresarial específico, sino también las estructuras democráticas del país y sentando las bases para un modelo cooperativo progresista y favorable a la clase trabajadora.

En conclusión, la lucha de los trabajadores de Suiza Dairy no termina con la huelga. La verdadera transformación comienza ahora, con la formación de cooperativas y comités de trabajadores que puedan asegurar un futuro más democrático y equitativo para toda la clase trabajadora. 

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