Asamblea de pueblo en Cabo Rojo se enfrenta al megaproyecto turístico "Esencia"

Por Isabelino Montes

En un verdadero ejercicio democrático, el pueblo de Cabo Rojo se ha organizado para hacer frente a un nuevo ataque del capital. La reciente Asamblea de Pueblo, revivida con fuerza por las comunidades locales, ha servido como un espacio para desenmascarar el megaproyecto turístico "Esencia", un intento descarado de apropiarse de zonas protegidas y de alto valor ecológico, todo en nombre del beneficio privado. Este multimillonario proyecto de lujo no solo es una amenaza para el entorno natural, sino también para la vida de las familias trabajadoras de la zona, quienes se ven cada vez más presionadas a abandonar sus tierras.

Desde su anuncio, "Esencia" ha estado envuelto en controversias debido a sus irregularidades, entre las que se incluye la apropiación de 2,044 cuerdas de terrenos ubicados en el Barrio Boquerón. Durante la asamblea, en la que participaron más de 200 personas en la Biblioteca Municipal de Cabo Rojo, el ecólogo Héctor Quintero Vilella denunció las incongruencias de los desarrolladores, quienes aseguran que el proyecto no afectará el medio ambiente. Sin embargo, el complejo bordea el Refugio Nacional de Vida Silvestre y amenaza la Laguna Rincón, fuente vital para la pesca local y rica en yacimientos arqueológicos.

El plan es crear hoteles, campos de golf y cercar zonas para prohibir el acceso a las playas, además de desarrollar atracciones deportivas y lujos que alterarían irreversiblemente el entorno. La construcción de este complejo, diseñado para las élites, pone en peligro no solo las reservas naturales, sino también la vida económica y social de las comunidades locales. ¿Qué beneficio obtienen los residentes de Cabo Rojo cuando su medio de subsistencia y su acceso a la costa están en riesgo de ser privatizados? El contraste es claro: mientras los millonarios disfrutan de lujos a costa de destruir el entorno, las familias trabajadoras se enfrentan a la posibilidad de ser desplazadas.

Cabo Rojo, apodado la "capital del turismo" en el sur de Puerto Rico, es un lugar donde las familias trabajadoras aún pueden disfrutar de un turismo asequible y accesible. Pero ese estilo de vida está bajo amenaza. Las experiencias de pueblos vecinos como Aguadilla, Rincón e Isabela, donde los complejos de lujo han expulsado a las comunidades obreras, son advertencias claras de lo que podría suceder. Los pequeños negocios que durante años han servido a los residentes también corren peligro, ahogados por el aumento del costo de vida que traen estos proyectos para un pequeño sector de personas privilegiadas.

Esta lucha no es nueva. La historia de las comunidades organizadas en defensa de su tierra y sus derechos ha sido larga y ardua. En esta ocasión, la Asamblea de Pueblo de Cabo Rojo ha puesto sobre la mesa no solo la cuestión del desarrollo desmedido, sino también la clara contradicción entre los intereses de las clases trabajadoras y los del bipartidismo que gobierna el país. El proyecto "Esencia" es una muestra más de cómo las decisiones de los poderosos buscan enriquecer a unos pocos mientras se ignoran las necesidades urgentes de la mayoría. La construcción de un campo fotovoltaico en un área de alto valor ecológico es solo un ejemplo de esta contradicción. Mientras Puerto Rico enfrenta apagones constantes y las familias trabajadoras y pobres del país no pueden acceder a la energía solar debido a los altos costos, estos hoteles se beneficiarán de energía renovable. Pero, ¿a quién realmente servirá esta infraestructura cuando las comunidades ya hayan sido desplazadas?

Además, la región sur de la isla sigue luchando por recuperarse del huracán María y los terremotos, con escuelas cerradas y casas aún destruidas. ¿Cómo es posible que, en medio de esta crisis, se prioricen los intereses de los millonarios? En lugar de invertir en la reconstrucción de la infraestructura local, se destinan miles de millones a un proyecto turístico que no beneficia a los residentes, sino que los expulsa.

El periodista Omar Alfonso ha revelado los nombres de los millonarios detrás de "Esencia", entre ellos los hermanos Simon y David Reuben, quienes cuentan con un patrimonio combinado de $16,400 millones según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg. Estos inversionistas, ajenos a la realidad de Cabo Rojo, ven en la isla una oportunidad de negocio, sin preocuparse por el impacto devastador que su proyecto tendría en las vidas de los caborrojeños.

En esta batalla por la justicia y la preservación de los derechos de las comunidades trabajadoras y marginadas, la verdadera fuerza no proviene de los partidos políticos, sino del mismo pueblo. La Asamblea de Pueblo, apoyada por una decena de organizaciones comunitarias y científicas, ha demostrado que es posible organizarse y resistir. Jannette Ramos García, portavoz del Comité por la Verdadera Esencia del Suroeste, ha sido una voz clave en esta lucha.

El desafío que enfrenta Cabo Rojo no es exclusivo de este municipio; es un problema que afecta a toda la isla. Es urgente replicar estos esfuerzos organizativos en otras comunidades y no esperar a unas elecciones que ya están corrompidas por las irregularidades. Las asambleas de pueblo y los comités de barrio pueden convertirse en espacios permanentes donde se debatan y se resuelvan los problemas que realmente preocupan a las comunidades, sin depender de los partidos tradicionales y los alternativos. Solo desde la base, con la participación activa de las comunidades trabajadoras, podrán surgir nuevos líderes y políticas que respondan a las verdaderas necesidades del pueblo.

El futuro de Cabo Rojo y de Puerto Rico depende de la capacidad del pueblo para organizarse políticamente y luchar por lo que es suyo.

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