APPU: Un Llamado Urgente para Organizar y Luchar por los y las Docentes sin Plaza en la UPR

Por Isabelino Montes

En el corazón de una crisis que amenaza con desmantelar la educación pública en Puerto Rico, la Asociación Puertorriqueña de Profesores/as Universitarios (APPU) se erige como una voz combativa, dispuesta a confrontar las injusticias que azotan a la Universidad de Puerto Rico (UPR). Su lucha más reciente se centra en la eliminación de la subcontratación de profesores y profesoras, una práctica que ha condenado a cientos de académicos a vivir en la incertidumbre laboral y bajo condiciones de trabajo indignas.

Durante años, los docentes de la UPR han sido sometidos a un sistema que los mantiene atados a contratos temporales, negándoles la estabilidad laboral y los beneficios que merecen. Muchos de estos profesores han dedicado décadas a la enseñanza, formando generaciones enteras de estudiantes, solo para enfrentarse cada semestre a la misma pregunta: ¿tendremos trabajo el próximo semestre? Esta situación no solo amenaza su bienestar personal, sino que también socava la calidad de la educación que reciben los estudiantes en la única universidad pública del país.

La APPU ha lanzado un llamado urgente: es hora de que todos los profesores y profesoras se unan a la organización y luchen por sus derechos. Este próximo martes, 27 de agosto de 2024, la APPU llevará esta problemática a la administración central de la UPR. Durante la reunión, se discutirá el artículo dedicado a los docentes sin plaza, abordando temas fundamentales como la igualdad de paga por igual trabajo, la necesidad de contratos de 12 meses y la concesión de los mismos beneficios marginales que disfrutan aquellos profesores con plazas permanentes.

La inestabilidad laboral que enfrentan los docentes no es un problema aislado; es parte de un ataque sistemático contra la educación pública en Puerto Rico. La UPR ha sido asediada por intereses privados, gobiernos de turno y la Junta de Supervisión Fiscal, que han recortado su presupuesto a niveles insostenibles. Estos ataques forman parte de un plan más amplio que busca desmantelar los servicios públicos y empobrecer a la clase trabajadora en Puerto Rico, todo para satisfacer las necesidades del sector capitalista.

El desmantelamiento de la UPR sigue el mismo patrón de la precarización que hemos observado en la educación pública en general: abandono, mercantilización y explotación. Bajo la sombra de los intereses capitalistas, la educación se ha convertido en un negocio más, donde el objetivo es utilizar fondos públicos—generados por el trabajo diario de la clase trabajadora—para beneficiar a las empresas privadas. La meta no es invertir en la educación, sino maximizar las ganancias a expensas del bien común. En este esquema, la UPR ha sido transformada en una máquina de reproducción de capital para las grandes corporaciones, lo que se refleja en los aumentos de matrícula, las amenazas de cierre de recintos, el deterioro de la infraestructura, los recortes de personal y, por supuesto, la subcontratación de profesores y profesoras.

Esta situación es inaceptable. El conocimiento y la ciencia que se producen en la UPR no deben ser herramientas para enriquecer a las corporaciones formando a jóvenes que el capital utilizará para engordar sus bolsillos, sino para transformar la sociedad. La crisis que enfrenta la UPR es parte de la crisis colonial y su modelo de producción capitalista ya obsoleto en Puerto Rico y el muendo, y la respuesta debe ser unificadora y radical. La APPU hace un llamado a la acción, no solo para defender los derechos laborales de los profesores, sino para salvar la UPR y transformarla en una institución que realmente sirva a las necesidades del pueblo.

Es hora de que la ciencia y la educación se pongan al servicio de la conciencia de clase. Los trabajadores docentes y no docentes deben unirse en un comité de trabajadores/as que aspire a ser el motor administrativo de la UPR, una fuerza capaz de resistir la embestida del capital y de construir una universidad verdaderamente pública y democrática. La lucha es difícil, pero necesaria. Y en esta lucha, la APPU se coloca al frente, lista para aportar en liderar el camino hacia un futuro donde la educación pública sea un derecho, no un privilegio.

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