Coalición Sindical presenta 86 propuestas a candidatos políticos: ¡Que no se vistan, que no van!

Por Isabelino Montes

Para evitar que las demandas de la Coalición queden en promesas vacías, es clave crear un Comité de Trabajadores/as permanente a nivel nacional. Este comité debe consolidar un programa político independiente, sin depender de los políticos burgueses, y extender la organización a todos los sectores laborales y comunidades, con un enfoque democrático y participativo.

En una contundente conferencia de prensa, la Coalición Sindical de Puerto Rico anunció 86 propuestas dirigidas a los candidatos políticos de cara a las próximas elecciones. Bajo la consigna "¡Que no se vistan, que no van!", los gremios sindicales del sector público y privado han lanzado un ultimátum: o los candidatos políticos acogen estas propuestas, o no contarán con el voto de la clase trabajadora.

Entre las propuestas destacan la derogación de leyes que han reducido los derechos laborales tanto en el sector público como en el privado, el aumento del salario mínimo a $15.00 por hora para 2025, con ajustes anuales que lo eleven a $18.00 antes de finalizar el próximo cuatrienio, la protección de los derechos laborales y la implementación de un sistema de salud universal con un solo pagador. Estas demandas, sin embargo, no se limitan a mejoras laborales, sino que abarcan una visión más amplia para la transformación del país.

También se incluyen medidas para mejorar el sistema educativo y garantizar la autonomía escolar, asegurar una jubilación digna, restituir el 9.6% del presupuesto para la Universidad de Puerto Rico (UPR), anular los contratos de LUMA y Genera PR, auditar la deuda pública, combatir la corrupción, y garantizar acceso a viviendas dignas y asequibles para todas las personas. La Coalición también exige políticas inclusivas con perspectiva de género, así como garantizar una vida digna para los adultos mayores y la población con diversidad funcional.

Para las organizaciones sindicales, estas exigencias no solo responden a los reclamos particulares de cada sector, sino que buscan construir un país mejor para la clase trabajadora. Sin embargo, estas campañas, aunque comunes en tiempos electorales, suelen servir para otorgar la confianza de los trabajadores y trabajadoras a los partidos políticos y las estructuras políticas burguesas.

Es aquí donde radica la contradicción que la Coalición intenta señalar. Cada una de las propuestas evidencia que quienes más sufren en la actual situación del país son los trabajadores y trabajadoras. Aunque conforman la clase más numerosa y productiva en términos económicos, seguimos siendo los más oprimidos. Pese a esta realidad, continúa la práctica de depositar la confianza en los candidatos políticos, una dinámica que cuestiona profundamente la naturaleza de la democracia en una sociedad capitalista.

Esta realidad plantea la necesidad de algo más que simples peticiones. Lo que distingue esta lista de propuestas es que no se trata solo de demandas a los partidos políticos; es un verdadero programa político en manos de la clase trabajadora. Las propuestas de la Coalición no deben ser meras súplicas a los partidos políticos tradicionales ni a los alternativos que también operan bajo las mismas reglas del juego capitalista.

Si estas propuestas no se articulan como parte de un proyecto político obrero, serán esfuerzos en vano. Las empresas y el estado capitalista aplastará cualquier intento de los partidos tradicionales y nuevos por acoger estas demandas, ya que están diseñados para servir a los intereses de los capitalistas, no a los de la clase trabajadora.

Para que las exigencias de la Coalición no se pierdan en la inercia de las promesas vacías de los políticos burgueses, es crucial que estas propuestas sean proclamadas bajo una nueva organización: la creación de un Comité de Trabajadores/as con carácter permanente a nivel nacional. Este comité no solo debe ser un espacio de discusión, sino una estructura con el poder de consolidar las demandas en un verdadero programa político que no dependa de la aprobación de los políticos burgueses.

Estas propuestas deben discutirse en cada sector laboral y en cada comunidad, ampliándose y fortaleciendo un programa político propio, independiente de los partidos tradicionales y nuevos de la burguesía. Los sindicatos y gremios ya están organizados; ahora es el momento de extender esa organización a todos los rincones del país, formando comités de trabajadores y trabajadoras en todos los sectores laborales y en cada comunidad, con una visión democrática y participativa.

"¡Que no se vistan, que no van!", porque es la clase trabajadora la que debe gobernar. Las propuestas de la Coalición Sindical pueden convertirse en un llamado a la acción y a la construcción de una verdadera fuerza política, capaz de transformar la sociedad, sin depender de los partidos políticos que representan a los capitalistas.

Previous
Previous

Video - Héctor Alejo Rodríguez : La lucha de la clase trabajadora en Venezuela

Next
Next

Las aseguradoras y el negocio de la salud en Puerto Rico