Trump y el Nuevo Populismo: ¿Real Compromiso con la Clase Trabajadora o Simple Demagogia?

por Manuel Colón

Con un vendaje en la oreja derecha, donde fue rozado por la bala, y con una mirada seria y un discurso más sosegado de lo normal, aunque plagado de mentiras, ataques racistas a los inmigrantes y enalteciendo su ego, el candidato a presidente Donald J. Trump dio su discurso en la Convención Republicana (GOP), llevada a cabo esta pasada semana en Milwaukee. Esta sería su primera presentación pública tras el atentado en su contra durante un mitin en Butler, Pennsylvania. En su discurso, Trump comenzó narrando el día del atentado, y en el público se podían ver personas llorando mientras él relataba su experiencia. Este momento añadió al aire de culto que existe en el Partido Republicano hacia el líder de MAGA (Make America Great Again).

Más allá de su discurso y las numerosas mentiras, incluida la repetida narrativa racista antiinmigrantes, Trump destacó el discurso pro-clase trabajadora, el cual había comenzado a esbozar en su campaña de 2016. Según los discursos presentados en la convención, esta parece ser la nueva narrativa del Partido MAGA Republicano.

No obstante, Trump no fue el único en adoptar este discurso. En la misma semana, J.D. Vance, candidato a la vicepresidencia, y Sean O'Brien, presidente de los Teamsters, también abordaron esta temática. La pregunta que surge es: ¿Es auténtica la apelación del Partido Republicano a la clase trabajadora o es mera demagogia? Para esclarecer esta cuestión, examinemos los discursos de Vance y O'Brien, mientras ponemos en contraste las políticas del partido Republicano.

J.D. Vance en 2016: Públicamente, llamó al candidato presidencial republicano un 'idiota' y dijo que era 'reprensible'. Privadamente, lo comparó con Adolf Hitler.

J.D. Vance, senador de Ohio y reciente candidato a vicepresidente junto a Trump para las elecciones de noviembre, es un capitalista de inversiones que alcanzó notoriedad con su libro Hillbilly Elegy, que fue adaptado al cine con el mismo nombre. En la convención, Vance dijo: "Necesitamos volver a un Estados Unidos en el que un chico de clase trabajadora como yo pueda estar en este escenario." Parte de su discurso fue autobiográfico, relatando su juventud en el Cinturón del Óxido, una región afectada por la globalización. Vance subrayó el sufrimiento de la clase trabajadora blanca en esta área, criticando el NAFTA como un acuerdo que perjudicó a los trabajadores estadounidenses. En su mitin, Vance repitió el mensaje económico de proteccionismo y criticó a China, prometiendo traer industrias y proteger los salarios de los estadounidenses, diciendo: “Vamos a construir fábricas de nuevo, poner a la gente a fabricar productos de verdad para las familias estadounidenses, hechos por trabajadores estadounidenses. Protegeremos los salarios de los estadounidenses y frenaremos que China beneficie a su clase media a costa de los estadounidenses." Su discurso se enmarcó dentro de un contexto ultranacionalista, apelando a un fuerte sentido de patriotismo y proteccionismo económico.

Por otro lado, Sean O'Brien, presidente de los Teamsters, sorprendió al apoyar este discurso. O'Brien instó a la clase trabajadora y al sindicalismo a alinearse con el Partido Republicano, argumentando que el movimiento conservador MAGA “debe evolucionar para apoyar a aquellos que son la columna vertebral de nuestra economía: los trabajadores.” Este llamado de O'Brien, un importante líder sindical, contrasta con las políticas que propone y ha impuesto el GOP.

Históricamente, el Partido Republicano ha impulsado políticas antiobreras. En 26 estados con gobiernos GOP, se han implementado leyes conocidas como "right to work", que dificultan el sindicalismo y, en algunos casos, lo ilegalizan. Estas leyes han sido diseñadas a medida de los donantes capitalistas del partido. En estos estados, los salarios suelen ser más bajos debido a la falta de negociación colectiva, una herramienta clave para mejorar las condiciones laborales.

Este panorama plantea una contradicción evidente. Mientras Trump y sus aliados hacen llamados a la clase trabajadora, las políticas del GOP parecen ir en la dirección opuesta. Además, durante el mandato de Trump, la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos redujo la tasa del impuesto corporativo federal del 35% al 21%, beneficiando a las grandes corporaciones y aumentando la explotación de la clase trabajadora. Esto evidencia que, mientras proclaman apoyo a los trabajadores, el historial republicano ha sido empobrecer a la clase trabajadora y enriquecer a los capitalistas.

Aunque este nuevo discurso populista del GOP puede parecer demagogia, está resonando en sectores de la clase trabajadora, mayoritariamente blanca. Estos sectores adoptan el discurso antiinmigrante y xenófobo al ver a los inmigrantes como una amenaza debido a sus salarios más bajos.

Por otro lado, los demócratas suelen desestimar y, en ocasiones, burlarse de este populismo MAGA Republicano. Sin embargo, esto revela un vacío de liderazgo y la falta de un movimiento obrero que represente a este importante sector en EE.UU. La burla de ciertos sectores demócratas hacia la clase trabajadora muestra una desconexión con las bases obreras. Aunque ambos partidos representan intereses capitalistas, el GOP está explotando la falta de liderazgo centrado en la clase trabajadora.

Manifestación del Sindicato United Auto Workers
Es vital que surjan espacios políticos dedicados a la clase trabajadora en EE.UU., lejos del bipartidismo explotador. Abordar el racismo, la xenofobia, la homofobia y la transfobia es esencial para unirnos y desafiar al sistema capitalista.

Es urgente que en EE.UU. surjan espacios políticos verdaderamente dedicados a la clase trabajadora, distantes del bipartidismo que solo lleva a la explotación. Es necesario abordar problemas como el racismo, la xenofobia, la homofobia y la transfobia para que la clase trabajadora se organice como una fuerza política capaz de desafiar al bipartidismo capitalista. La urgencia radica en resolver estas problemáticas sociales y en conocer nuestras diferencias para unirnos como clase, en lugar de ser fragmentados y explotados por la narrativa de los dos partidos capitalistas en la obtención de votos.

No podemos dejarnos llevar como clase trabajadora por falsos llamados a la unidad que hacen los partidos capitalistas. Sentarnos a conocer y resolver nuestras diferencias como clase nos distinguirá de esa unidad vacía que promueve la burguesía. Nuestra unidad no debe basarse en “Afroamericanos por Trump”, “Latinos con Trump”, “Asiáticos con Trump”, etc., ni en el llamado del Partido Demócrata a unirse en defensa de una democracia dominada por dos partidos al servicio de la clase capitalista. El carácter de la unidad que proponemos debe tener un contexto de clase; la salvación no estuvo en Biden, que ya lo despidieron , o Kamala Harris que se posiciona como la nueva candidata demócrata a la presidencia, ni en los magnates burgueses como Trump.

Ese tipo de unidad es obsoleta y estéril, donde masas de trabajadores y trabajadoras se dejan llevar por la demagogia de ambos partidos. Hay que señalar este engaño para que nuestra clase trabajadora salga adelante y construya sus propias herramientas políticas.

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